Es cierto que a veces no tiene sentido hablar
lo sucinto de las palabras aparecen ya.
Todos los días amanece ésta, mi ciudad
a veces se colorea. . .
a veces se adhiere a la grisaciedad
Los ojos a veces ven, a veces
otras cansados están, ya no quieren observar
estoy lo sé, pero vivo en el letardo
y el brillo desapareció ya.
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